marzo 11

Conferencia: Cuerpos violentados

Agata Bąk  agat.bak@gmail.com
Universidad Nacional de Educación a Distancia

RESEÑA

Es doctoranda en la Universidad Nacional de Educación a Distancia en Madrid y profesora tutora en esta misma institución. Impartió Antropología Filosófica, actualmente ejerce de tutora en didáctica de filosofía contemporánea e historia de filosofía en el Máster de Profesorado y en Teoría de Conocimiento (Hermenéutica) en el Grado en Filosofía. 
En su trabajo doctoral "La constitución corporal de la racionalidad humana: la fenomenología del cuerpo como base de la antropología filosófica", dirigido por prof. Javier San Martín, explora la fenomenología del cuerpo a partir de la filosofía de Edmund Husserl y su posible diálogo con antropología filosófica. Sus intereses versan sobre antropología de la enfermedad y discapacidad, pero también diferencia sexual para investigar las dinámicas de "la normalidad". Realizó estancias predoctorales en Center for Subjectivity Research (Copenhague, Dinamarca) con Dan Zahavi y IFF, UNAM, México, con Antonio Zirión Quijano. Entre sus últimas publicaciones destacan "Estilo corporal: sobre la noción de estilo en la fenomenología husserliana" y "Notas sobre fenomenología de la enfermedad".



RESUMEN

En la ponencia “Cuerpos violentados” se exponen ideas que derivan de un entorno sobre estudios de género. Así, se piensa la corporalidad vulnerada desde este contexto, y también desde la perspectiva de la fenomenología del cuerpo. El propósito de esta contribución es subrayar por qué la fenomenología de la corporalidad es central en la conceptualización de la violencia. El cuerpo es un punto de partida para dicho análisis, así como también un nexo sobre distintas problemáticas, por lo que se propone constituir una agenda modesta para dichas cuestiones.

El título de la ponencia incluyó pensar que los cuerpos violentados no son meramente cuerpos o cosas sino también una mente, un alma, una conciencia, que no suplen físicamente a la violencia. A lo largo de este análisis, se propone una adecuada conciencia corporal, la cual es significativa para hacer justicia en el significado que la violencia tiene en la vida humana. De esta manera, se retoma brevemente el panorama de la violencia, y se reflexiona en torno al testimonio, es decir sobre el acogimiento del discurso de la persona violentada.

El panorama de este trabajo genera la siguiente hipótesis: la violación es una transgresión que atenta contra una persona, quien es un ser corporal. Esta transgresión es vivida completamente en primera persona, pero también puede ser vivida en la sociedad, pues las instituciones pueden penetrar en la vulnerabilidad y dañan. Habría que pensar a modo de una sociedad de cultura, es decir como una dimensión social institucional que puede expresarse a través del cuerpo.

El cuerpo es una instancia digna de tomar en cuenta; se le debe pensar en torno a una posibilidad en la agenda de acción. Cuando hablamos del cuerpo y de la violencia hablamos como si fueran términos cuyo significado está claro, pero no es así. Un análisis conceptual, filosófico, puede ser el principio de un debate más amplio.